Considerados amuletos, estos objetos estaban vinculados a un mundo de ideas y creencias asociados al ciclo vital, en este caso el nacimiento y la infancia. Uno de los sectores considerados más vulnerables y por lo tanto más necesitados de cuidados y de protección eran los recién nacidos. Concepción Alarcón apunta el recelo de las madres a sacar a sus hijos por miedo a que enfermaran o a recibir el mal de ojo, que cuando lo hacían iban cubiertos de amuletos que se cosían en una fajita o en una cadena de plata atados a la cintura. En este caso además de servir de amuletos cumplían un uso primoridial, por un lado el mordedor calmaría el crecimiento de los dientes y por otro lado, los sonajeros también calmarían y entretendrían con su sonido.
13 Sonajero
Los sonajeros en plata, realizados por orfebres y plateros, portan cascabeles, algo muy frecuente ya que el sonido actúa como repelente del mal y los cascabeleros están considerados como amuleto de protección en sí mismos, especialmente en los niños, que jugaban con estas piezas que solían llevar suspendidas de sus cinturones. Por otro lado, uno de ellos presenta la imagen de una sirena, figura fantástica que desde siempre ha tenido una significación protectora y que entretiene al niño conjurando los peligros que le acechan.
ÁREA 02
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