Relicarios
Los relicarios fueron pequeñas cajas o estuches para guardar reliquias o recuerdos.
Con un origen medieval los relicarios originalmente se usaron colgados del cuello aunque más adelante se desarrollaron otras formulas para la adoración pública de reliquias de santos en los templos cristianos.
En América los relicarios fueron muy usados por los misioneros y adelantados como fuentes de confort, devoción y poderes talismánicos. Estos singulares amuletos evolucionaron hacia una forma única volviéndose ostentosas joyas artísticas en el periodo colonial.
En Sudamérica fueron comunes los relicarios que incluían miniaturas religiosas pintadas muchas de las veces sobre nácar .