Los pintores indígenas se fueron desprendiendo de las influencias europeas, creando una pintura mestiza de singular belleza y originalidad, que luego se denominó cuzqueña.
Familias de pintores indios y mestizos continúan en la actualidad en Perú, Bolivia y Argentina, recreando y enriqueciendo esta pintura con las técnicas y modelos heredados de sus antepasados.